martes, 30 de marzo de 2010

EL ACEITE ECOLÓGICO


El aceite de oliva, es el zumo de la oliva o aceituna y posee unas características nutricionales de alto valor para la salud. La composición y precio de venta del aceite de oliva depende fundamentalmente de la clase de oliva así como del terreno, labores de cultivo y el clima. El aceite de oliva ecológico, constituye un paso muy importante para una alimentación sana y equilibrada. Realmente nos encontramos ante un producto que recobra el sabor, olor, color y propiedades fisico-químicas que siempre tuvo en el pasado.
La esmerada producción del aceite de oliva ecológico en Andalucía, supone el máximo respeto al medio ambiente, al utilizarse en el cultivo del olivar, únicamente productos naturales y por tanto, estos cultivos están libres del uso de productos químicos que tantos perjuicios provocan al ecosistema y a la salud de las personas. Comprar aceite de oliva ecológico certificado, supone de unos rigurosos controles de calidad que garantizan mediante la etiqueta ecológica que el aceite de oliva es realmente ecológico. Igualmente, los procesos de extracción en frío del aceite de oliva ecológico, así como las avanzadas técnicas para no producir alpechín en las almazaras de Andalucía, hacen de todo su proceso un producto saludable, natural, con muchas propiedades beneficiosas para la salud y respetuoso con la naturaleza.
Recogido de: http://www.aceitedeolivaecologico.es/

lunes, 1 de marzo de 2010

VEGETALES ECOLÓGICOS


Los productos ecológicos vegetales respetan los ciclos naturales de los cultivos, evitando la degradación de los ecosistemas. Al no agotar los suelos, no es necesario un abono químico que los contamine. Algunas prácticas favorecen el equilibrio natural: rotación de cultivos, asociación, abono verde, setos… De este modo se potencia la fertilidad natural de los suelos y la capacidad productiva del sistema agrario. Los productos ecológicos se obtienen reciclando los nutrientes y elaborando compost, que se devuelve de nuevo al suelo.
Los productos orgánicos no incorporan sustancias o residuos que puedan ser perjudiciales para la salud humana o mermen su capacidad nutritiva, como pesticidas, herbicidas o insecticidas. No es imprescindible para conseguir fruta y verdura de calidad añadir sustancias de síntesis durante el cultivo o la conservación.